Asesinos de familias. El caso Marcus Wesson

La mayoría de las veces, cuando vemos casos impactantes, que se “destacan” por ser asesinatos múltiples o no; su crueldad, perversión o absoluta sangre fría; su falta de dilucidación; la relevancia de la víctima o victimario, o cualquier otra razón que nos impresiona en sobremanera, comienzan a surgir –antes, durante o después de las investigaciones policiales y/o judiciales– ciertos datos circunstanciales que se podría denominar como “curiosos”.
Determinado entorno desconocido hasta ese momento; llamativa similitud entre diferentes casos; circunstancias especiales de la/s víctimas o del/los victimarios que, a veces, no son dadas a conocer usualmente en los medios de prensa, pero que nos pueden brindar un panorama más amplio del/los evento/s fatal/es ocurrido/s.
En este pequeño artículo, abordaré un caso –definitivamente brutal–, el cual despertará diferentes sentimientos en cada uno: conmoción, tristeza, asombro, enojo, entre muchos otros pero que, indudablemente, ayudan a intentar comprender lo que, a todas luces, parece incomprensible. Esta tarea, a veces, sigue siendo imposible en determinados casos; sin embargo, permite ver “algo más” sobre estos sucesos y quizás adentrarse en la problemática que los envuelve, con el fin de fijar más la atención en determinadas “señales” anteriores al/los evento/s; intentar un estudio algo más integrado de estos criminales; tratar de ver un poco más allá de lo sucedido y pensar si se hubiera podido prever o, en su caso, prevenir sucesos similares.
Marcus Wesson es un asesino norteamericano convicto, quien, a sus 58 años, fuera encontrado culpable de nueve cargos de homicidio en primer grado, y 14 crímenes sexuales, incluyendo violación y abuso de sus hijas y sobrinas menores, en Fresno, California. Sus víctimas fueron sus propios hijos, engendrados, con una de sus hijastras; con las hijas de otra hijastra (que abandonó a su prole con la “familia”) y, por relaciones incestuosas con estas hijas habidas, en un evento confuso y controvertido, el 12 de marzo de 2004. Fue condenado a muerte más 102 años de prisión por los cargos de abuso sexual agravado. Se encuentra en el “corredor de la muerte”, esperando su ejecución. Su accionar criminal se asimila al de los asesinos de masas (mass murderers) pero, en este caso en particular, lo sería en calidad de instigador principal de los homicidios. Asimismo cabe agregar que este luctuoso suceso en particular no fue muy conocido en la prensa, puesto que los hechos se desarrollaron durante el impactante proceso a Michael Jackson por presuntos cargos de pedofilia y además fue cubierto, casi en su totalidad, por un periodista que, al regresar a su trabajo luego de otro resonante juicio (un esposo que había asesinado a su mujer embarazada), se "encontró" con los móviles policiales y el escuadrón SWAT en el domicilio de Wesson donde se había atrincherado con su "familia".

Una parte de los "niños" Wesson

Una de las hijass de Wesson con su propia "hija Wesson
Para que se pueda tener una idea más acabada de lo atroz de esta masacre, y sólo en este caso, me he tomado el trabajo de elaborar un “árbol genealógico” de la “familia” de Wesson, pues los nombres se repiten y se puede incurrir en confusiones. Sé que, en un principio, puede resultar engorroso, pero he intentado ser lo más clara y precisa posible.


Aclaración: en línea punteada se representa la relación que tuvo Wesson con sus “sobrinas”, hijas de Rosemary Solorio, hermana de su esposa, Elizabeth; ambas, a su vez, hijas de su primera pareja, Rosemary Maytorena.
 
Wesson durante su proceso judicial.




FUENTE: García Roversi, Susana P., “Asesinos Múltiples 1”, Colección “Sin Piedad”, vol. 1, Grupo Editorial HS, Buenos Aires, 2010.

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