Asesinos en establecimientos de enseñanza ("school shooters") 2da. parte

Reseña de algunos casos
Para clarificar más la línea de tiempo y la ascendente –además de escalofriante– escalada de este tipo de crímenes, véase la siguiente lista:
  • 15/10/78, Robin Robinson, 13 años, luego de una discusión con otro estudiante, en su escuela, Lanett High School, Lanett, Alabama, fue castigado y golpeado, con una paleta, por el director. Se fue, pero regresó a la escuela con una pistola calibre .22; cuando el director lo vio en el campus, lo amenazó con golpearlo de nuevo si no se iba; Robinson le disparó y lo hirió gravemente.
  • 21/1/85, James Alan Kearbey, 14 años, asesinó al director y a tres alumnos más de su escuela, Goddard High School, Goddard, Kansas. Kearbey declaró que, por años, había sido constante objeto de burlas, intimidaciones y golpes por parte de los estudiantes.
  • 4/12/86, Kristofer Hans, 14 años, por haber sido desaprobado en su examen de francés, volvió a la Fergus High School, Lewiston, Montana, con la intención de asesinar a la docente, pero mató a su suplente, y en su fuga, hirió al vicedirector y a dos estudiantes más.
  • 2/3/87, Nathan Ferris, 12 años, era un estudiante honorable en Missouri, en donde se cansó de ser objeto de burlas a causa de su obesidad. Llevó una pistola a la escuela y, al primer compañero que comenzó a burlarse de él, lo mató; seguidamente se suicidó.
  • 16/12/88, Nicholas Elliott, 16 años, concurría a la Atlantic Shores Christian School, Virginia Beach, Virginia. Ese día fue a la escuela con una pistola semiautomática, 200 balas y 3 bombas incendiarias. Asesinó a un docente, hirió a otro, y a un estudiante; fue desarmado por un profesor y arrestado.
  • 14/12/92, Wayne Lo, 18 años, alumno del muy exclusivo instituto, Simon's Rock College of Bard, Great Barrington, Massachusetts, asesinó a un estudiante y una profesora de idioma español, e hirió a la recepcionista y tres estudiantes. Dos días antes, los administradores de la escuela fueron informados por la empleada que resultara herida, que el alumno había recibido un envío postal de una compañía de armas, pero como no hallaron nada en su dormitorio, no indagaron más.
  • 12/10/94, Nicholas Atkinson, 16 años, había sido suspendido en su escuela, Grimsley High School, Greensboro, North Carolina; eso no le impidió regresar, armado con una pistola calibre .9 mm., con la cual disparó e hirió al asistente del director de la escuela, para luego suicidarse.
  • 12/10/95, Toby Sincino, 16 años, era acosado y objeto de burlas por parte de otros estudiantes en la Hilda High School, Blackville, South Carolina; asesinó a dos profesores y luego se suicidó.
  • 15/11/95, Jamie Rouse, 17 años, entró a la escuela Richland, Giles, Tennessee, con un rifle calibre .22 y disparó contra dos maestras, directo a sus cabezas; una de ellas murió. Luego tomó como objetivo al entrenador de football, pero una estudiante se interpuso y recibió un disparo fatal en la garganta. Días antes, el Rouse le había contado a cinco amigos, exactamente, como tenía planeado el ataque, pero ninguno de ellos solicitó ayuda o alertó sobre ello; o sea, nadie “lo escuchó”.
  • 2/2/96, Barry Loukaitis, 14 años, se dirigió a su clase de álgebra en su escuela en Moses Lake, Washington. Escondidas en su abrigo llevaba dos pistolas, unas 78 balas y un rifle de alto poder. Entró a la clase y comenzó a disparar, dejando un saldo de tres muertos, todos compañeros de clase. Fue detenido por una docente que acudió al oír los disparos y puso fin a su irracional ataque.
  • 1º/10/97, Luke Woodham, 16 años, sentía “adoración” por Adolph Hitler, lo que quizás haría sentirse más “poderoso” para enfrentar las continuas burlas e intimidaciones que recibía de sus compañeros de clase, en su escuela, Pearl High School, Pearl, Mississippi. Cuando su novia lo dejó, Woodham se colmó de rabia. Esa mañana, apuñaló a su madre y luego se dirigió a su escuela con un rifle y una pistola. Primero asesinó a su ex novia y a otra muchacha; no se detuvo. Otros siete estudiantes resultaron heridos, antes de que se acabaran sus balas. Regresó a su auto, para buscar su pistola y fue allí cuando el asistente del director de la escuela pudo desarmarlo.
  • 1º/12/97, Michael Carneal, 14 años, era señalado por sus compañeros como “satanista” en su escuela, Heath High School, Paducah, Kentucky. Ese día llevó un arma y abrió fuego sobre un pequeño grupo que estaba rezando. Tres muchachas murieron y otros cinco estudiantes resultaron heridos. Su ataque fue detenido por otro estudiante, quien se le arrojara encima, descubriendo que Carneal tenía, además de una pistola, dos rifles y dos escopetas y una cantidad aproximada de 700 municiones, escondidas en su largo abrigo negro; todas ellas eran robadas. El joven atacante había proferido amenazas con anterioridad, diciendo que iba a “balear la escuela”; nadie lo tomó en serio.
  • 24/3/98, Andrew Golden, 11 años, y Mitchell Johnson, 13 años, vestidos con ropas militares, dispararon hacia 15 personas que estaban en el patio de su escuela, Westside Middle School, Jonesboro, Arkansas. Cinco murieron, todas mujeres y cuatro de ellas, estudiantes. Los atacantes tenían una camioneta llena de armas y balas, que habían “tomado” de sus familias. 
Datos estadísticos
Y estos no han sido todos los hechos fatídicos ocurridos; seguidamente ofreceré los datos estadísticos completos. Lo que es destacable, y no por ser una buena noticia, es que estos lamentables sucesos, y muchos otros más, ocurrieron antes de una de las peores masacres estudiantiles de la historia de los EE.UU. y del mundo entero: “La Masacre de Columbine”, que dejó un saldo de 13 muertos (12 estudiantes y un docente), y fue perpetrada por dos alumnos, de 17 y 18 años, quienes se suicidaron en el lugar. Pero, desgraciadamente, no fue suficiente: el 16 de abril de 2007, una nueva tragedia estudiantil, otra vez, sacudió al mundo: “La Masacre del Virginia Tech”, perpetrada por un estudiante de 23 años de dicho instituto, que dejó un saldo de 32 muertos y 25 heridos, para luego suicidarse.

I. Incidentes ocurridos, en EE.UU., antes de la “Masacre de Columbine” en un período de 15 años (1964-1999) perpetrados por estudiantes
Total de incidentes: 22.
Rango de edad del/los atacantes: 11 a 25 años.
Muertos: 38 (estudiantes: 22; autoridades: 3; docentes y empleados: 13).
Heridos: 133 (estudiantes: 91; autoridades: 1; docentes y empleados: 11).
Suicidios o asesinato-suicidios: 3.
Total de estudiantes muertos/suicidios o heridos: 116.

II. Incidentes ocurridos, en EE.UU., desde la “Masacre de Columbine” (inclusive) en un período de 10 años (1999-2009) perpetrados por estudiantes
Total de incidentes: 47.
Rango de edad del/los atacantes: 6 a 27 años.
Muertos: 84 (estudiantes: 66; autoridades: 5; docentes y empleados: 13).
Heridos: 143 (estudiantes: 126; autoridades: 1; docentes y empleados: 16).
Suicidios o asesinato-suicidio: 17 (1 graduado).
Total de estudiantes muertos/suicidios y heridos: 209.

III. Incidentes ocurridos en el resto del mundo, incluyendo a los atacantes adultos y adolescentes, fueran o no estudiantes (1964-2011)
Total de incidentes: 110.
Rango de edad del/los atacantes: 14 a 53 años.
Muertos: 187 (estudiantes: 136: autoridades: 3; docentes y empleados: 48).
Heridos: 218 (estudiantes: 197; docentes y empleados; 24).
Suicidios: 22 (9 no eran estudiantes).
Total de estudiantes muertos/suicidios y heridos: 346.

IV. Datos totales mundiales, 1964-2011, de asesinatos y ataques
en establecimientos de enseñanza
Total de incidentes: 179.
Rango de edad del/los atacantes: 6 a 53 años.
Muertos: 309 (estudiantes: 224; autoridades: 11; docentes y empleados: 74)
Heridos: 474 (estudiantes: 414; autoridades: 2; docentes y empleados: 51)
Suicidios: 43 (10 no eran estudiantes)
Total de estudiantes muertos/suicidios y heridos: 674.
Cuando comencé a realizar el recuento, de ninguna manera, se me cruzó por la mente que llegaría a tan escalofriantes cifras. Pero, luego de conocer y cuantificar las cifras totales, creo que es imposible postergar más las tareas que se deben realizar, tanto a nivel educativo, como legislativo o gubernamental, desde varias perspectivas y teniendo en cuenta todos los factores que se involucran en esta problemática.

FUENTE: García Roversi, Susana P., “Asesinos Múltiples 1”, Colección “Sin Piedad”, vol. 1, Grupo Editorial HS, Buenos Aires, 2010.

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