Pero “una moneda tiene dos caras” y todo líder de una secta
destructiva debe tener, obligatoriamente, adeptos para cumplir con su cometido.
Generalmente, se trata de personas que se hallan inmersas en alguna
crisis –o secuelas¬–, vulnerables y en búsqueda desesperada de pertenencia a
algún grupo social, puesto que el que los alberga –su vecindario, iglesia,
familia o allegados– “no comprenden sus problemas”. Pero, es indispensable
señalar que una crisis no es señal de una psicopatología; es, simplemente, un
estado de desorganización que sufre el individuo por un elemento externo o
interno que ha tenido lugar en su vida. Si bien todos podemos sufrir una
crisis, también somos participantes activos en su superación. En otras
palabras, podemos crecer o “hundirnos”, en directa dependencia con nuestros
recursos internos, o mediante recursos externos, recibiendo la ayuda
profesional adecuada. Por ello, los líderes de este tipo de sectas destructivas
pueden enfocar el reclutamiento de adeptos a dos tipos de individuos: los que
se encuentran en plena crisis y los que no supieron o no pudieron superarla, y
se encuentran en una etapa vulnerable.
Entre los principales factores de vulnerabilidad que se dan, especialmente, en
los jóvenes se ve:
• Un sistema familiar disfuncional: escasa o nula comunicación entre
los miembros de la familia; escasos control o límites por parte de los padres
hacia los hijos.
• Conflictos paterno filiales o matrimoniales continuos.
• Alto nivel de insatisfacción o de angustia.
• Tendencia a una personalidad dependiente.
• Carencia de autocontrol o de dirección interna.
• Tendencia al aislamiento y creencia instaurada de “incomprensión
de los demás”.
• Exacerbada tendencia al idealismo.
• Ingenuidad, curiosidad por lo “nuevo e inexplorado”, conflictos de
identidad e indecisión.
• No obstante, no todo individuo tiene que vivir una crisis para ser
reclutado; pueden ser personas con un alto grado de inseguridad y con trastorno
de personalidad dependiente
Frases de algunos líderes de cultos.
• “Si tu mente te trae problemas, entrégamela. A mí no me traerá
problemas” (Sun Myung Moon, líder de la secta Moon);
• “Jesucristo ahorra, Moisés invierte y el Gurú gasta” (Osho,
leyenda que figuraba en sus más de 90 automóviles Rolls Royce–);
• “La sociedad ha sido injusta conmigo. Mataremos a cualquier cerdo
que esté en la casa. Entren y atrápenlos” (Charles Manson, hablando a “la
familia”; testimonio en juicio);
• “Yo no he matado a nadie. No he ordenado que maten a nadie. Esas
criaturas que van por ustedes con sus cuchillos son sus hijos. Yo no les enseñé
nada; lo hicieron ustedes” (Charles Manson, palabras durante el juicio);
• “Usted no lo entiende. Lennon, el profeta, me dijo: «Charlie,
levántate; ¡degüella a esos cerdos que se lo pasan bomba en sus mansiones de
Hollywood! Los tiempos han llegado. ¡Tú eres el Hijo del Hombre y el Ángel
Exterminador...!»” (ídem anterior);
• “Si se diera el caso, ¿darías la vida por el maestro?” (Jim Jones
a un niño de la secta);
• “Demasiada gente mira esto en vez de mirarme a mí” (frase de Jim
Jones, mientras arrojaba al suelo una Biblia, a la que llamaba “el Libro
Negro”);
• “Nosotros, en el Templo del Pueblo, hemos sido objeto de
hostilidades por parte de varias agencias del gobierno de Estados Unidos y
estamos llegando rápidamente al punto en que se agotará nuestra paciencia
(carta enviada por Jim Jones a cada a uno de los senadores y representantes de
Estados Unidos, en marzo de 1978);
• “Dudo de que puedan publicar la verdad. Si lo hicieran se verían en
problemas. La prensa se ensaña con cualquiera que tenga un estilo de vida
diferente” (Jim Jones a los periodistas que acompañaron al senador Ryan en su
inspección a Jonestown).
FUENTE: García Roversi, Susana P., “Asesinos Múltiples 1”, Colección
“Sin Piedad”, vol. 1, Grupo Editorial HS, Buenos Aires, 2010.
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